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• La última gran rehabilitación efectuada en las Torres de Quart se remonta al año 2005, bajo la dirección del arquitecto Manuel Jesús Ramírez Blanco
• El presupuesto de la actuación es de casi 47.5000 euros, con un plazo de ejecución estimado de dos meses. Durante dicho periodo, las Torres de Quart permanecerán cerradas al público por razones de seguridad
• “Con esta acción, recuperamos el brillo de uno de nuestros monumentos más visitados, junto con la Lonja y las Torres de Serranos, preservándolo para las futuras generaciones”, ha subrayado el concejal José Luis Moreno
El Ayuntamiento de València acomete la restauración de las Torres de Quart, catalogadas Bien de Interés Cultural (BIC) desde principios del pasado siglo, con el objetivo de recuperar el estado del monumento, seriamente afectado por el paso del tiempo, el vandalismo y el efecto de las condiciones climáticas de la ciudad. El concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, ha explicado que “desde el actual Gobierno municipal, seguimos trabajando para mantener nuestro patrimonio histórico en las mejores condiciones de conservación, para uso y disfrute de los valencianos y de los cientos de miles de personas que visitan nuestra ciudad, atraídos por el inconmensurable acervo cultural y arquitectónico que ésta atesora”.
En los próximos días darán comienzo los trabajos de limpieza, conservación y mantenimiento de las torres, que llevará a cabo la empresa Ibaizabal Técnicos y Obras SLU, adjudicataria del concurso convocado por el consistorio. El presupuesto de la actuación asciende a 47.489,25 euros (IVA incluido) con un plazo de ejecución estimado de dos meses. Durante dicho periodo, las Torres de Quart permanecerán cerradas al público por razones de seguridad. “Con esta acción –ha subrayado el concejal José Luis Moreno- recuperamos el brillo de uno de nuestros monumentos más visitados, junto con la Lonja y las Torres de Serranos, preservándolo para las futuras generaciones”.
Las Torres de Quart es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad que ha perdurado hasta nuestros días. Fueron construidas entre los años 1441 y 1460 por Pere Bofill, quien trabajó conjuntamente con los mestres del noble art de la pedra Francesc Baldomar y Pere Compte. El estilo de las torres es gótico valenciano tardío militar, a imitación a las Torres o Arco del Triunfo del Castel Nuovo de Nápoles, obra del arquitecto mallorquín Guillem Sagrera y donde intervinieron otros maestros de la Corona de Aragón cuando Nápoles fue conquistada por las tropas del rey Alfonso V el Magnánimo.
Las huellas de la Guerra de la Independencia
Declaradas en 1931 Monumento Histórico Artístico Nacional, las Torres de Quart son las únicas puertas de acceso que se conservan, junto con las Torres de Serranos, de la antigua muralla medieval de València. En sus gruesos muros, todavía pueden observarse las huellas de los impactos provocados por los cañonazos de la Guerra de la Independencia. Los demás portales, junto con el resto de la muralla que rodeaba el centro, serían derribados en 1865 por orden del gobernador civil interino Cirilo Amorós, para dar trabajo a los obreros en situación de desempleo, ampliar la ciudad y para mejorar su salubridad.
La última gran rehabilitación efectuada en las Torres de Quart se remonta al año 2005, bajo la dirección del arquitecto Manuel Jesús Ramírez Blanco, que coordinó una limpieza general de toda la superficie mediante elementos físicos y químicos, la consolidación de los morteros interiores y exteriores, el retacado de las fábricas (de sillería y ladrillo), así como la restauración de la carpintería y de la cerrajería del monumento. Dos décadas después de su rehabilitación integral, las Torres de Quart necesitan nuevamente de una actuación conjunta en materia de limpieza, de mantenimiento y de conservación.
El paso del tiempo, el vandalismo y las condiciones meteorológicas de nuestra ciudad (el alto nivel freático y la humedad) han provocado la aparición de una serie de desconchados en las escarpas de las Torres de Quart, en la planta baja y en las zonas anexas a la escalera principal, además de otras patologías en el monumento, que hacen necesaria la intervención, a fin de revertir su actual estado de deterioro.
Los referidos trabajos están dirigidos a solucionar tanto los aspectos mecánicos como estéticos de las torres. En el primer caso, el objetivo es devolver a la parte afectada del monumento su consistencia original y prevenir futuras patologías sobre las zonas próximas no afectadas. En el plano estético, se practicarán procesos de restauración que minimicen los daños estéticos causados, a fin de permitir una correcta lectura de la obra original. De acuerdo con el criterio de mínima intervención, se aplicarán sólo los procesos y materiales exclusivamente necesarios que garanticen la durabilidad y la reversibilidad de la obra.
En sintonía con la “Memoria valorada de los trabajos de mantenimiento convenientes y necesarios en las Torres de Quart de València”, realizada por el arquitecto Javier Benlloch, el proyecto se llevará a cabo desde el respeto a las características y los valores esenciales de las Torres de Quart, lo que implica conservar sus características volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores originales. Además, las obras no afectarán ni al lienzo ni a los elementos originales del monumento, elementos ya restaurados en anteriores intervenciones.
Patologías y trabajos a realizar
La sillería situada al finalizar la escarpa (plano inclinado que forma el muro de una fortificación o edificio como parte de su diseño defensivo y de apoyo), que conforma el arranque de las Torres de Quart sufre, tal como se señala en la memoria del arquitecto Benlloch, por su propensión a la acumulación de agua, una presencia notable de hongos, lo que precisa un tratamiento mediante biocida, limpieza e hidrofugación. Por ello, el proceso de limpieza mecánica y saneamiento de todas las superficies se realizará mediante tratamiento biocida por aspersión para costra biótica, que se aplicará igualmente de forma generalizada en la media caña de la escarpa para eliminar hongos, líquenes y microorganismos.
El estado del revestimiento de las escarpas de las torres de Quart es igualmente deficiente, y presenta numerosos faltantes de mortero en todos sus lados y pérdida de la pintura. Ello se debe, en la fachada norte, al efecto del jardín adyacente (humedad por riego); y en el resto de las fachadas, a su especial exposición a la lluvia y a los comportamientos incívicos (personas que se apoyan en ellas o se suben con patinetes). En este caso, la reparación consistirá en la renovación del revestimiento de cal de las escarpas.
También se intervendrá en el paramento revestido en exterior de la planta baja. Se procederá a picar y renovar completamente el mortero actual, que será sustituido por mortero microporoso, y será posteriormente sometido a una imprimación con un color idéntico al del resto de intervenciones efectuadas. Igualmente, se renovará el sellado de la escalera de acceso a la primera planta, a ambos lados y del antepecho de la barandilla, con el fin de solucionar las actuales filtraciones de agua; y se limpiará la parte inferior de la escalinata, de fábrica de sillería, mediante aspirado, chorro de agua a presión, biocida e hidrofugación.
Hay que tener en cuenta que, por efecto de las lluvias y humedad, los elementos de anclaje de la barandilla metálica se han oxidado, y se ha levantado la losa de piedra del acceso a la sala de la planta baja de la torre norte. Por ello, la actuación incluirá también el saneado y reconstrucción de los elementos metálicos, la limpieza de la losa, la retirada de los restos vegetales, la aplicación de biocida, y finalmente, la reposición de la baldosa de piedra con aplicación de mortero de agarre y sellado de todas las juntas con mortero en base de cal.
Junto a todo ello, se retirarán las instalaciones en desuso y los focos de la planta baja, que están fuera de servicio y desconectados de la corriente, y que generan riesgo de caídas. Por último, se actuará en el conjunto de las carpinterías exteriores, que datan de los años 60-70, y presentan mal estado de conservación por la falta de aplicación de un tratamiento protector sobre la madera. La actuación concluirá con la sustitución del zócalo de piedra artificial que conforma el primer peldaño y base de una de las escaleras de acceso al mástil de la bandera, que está roto.