LA CUMBRE DE CIUDADES DEL PACTO DE MILÁN REIVINDICA EN LA DECLARACIÓN DE VALÈNCIA EL PAPEL CLAVE DE LAS CIUDADES PARA CONSEGUIR EL DERECHO UNIVERSAL A LA ALIMENTACIÓN

Institucional

22 oct, 2017

Joan Ribó reafirma ante los asistentes a la Cumbre el objetivo de crear en nuestra ciudad un Centro Internacional de Alimentación Sostenible

Las ciudades firmantes del Pacto de Milán, reunidas en València, Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, con motivo de la Cumbre de Alcaldes, han aprobado esta mañana una Declaración de València en la que se hace un llamamiento a ”incluir iniciativas sostenibles y aplicables en los sistemas de alimentos locales de las ciudades y que también fortalezcan los vínculos rurales y urbanos integrales para el desarrollo sostenible”. Este llamamiento, lo ha leído la concejala de Salud del Ayuntamiento, Maite Girau, va dirigido a dirigido a “la ONU y todas sus agencias, gobiernos regionales, nacionales y locales, sociedad civil, socios nacionales e internacionales para el desarrollo, sector privado y a todos los ciudadanos comprometidos”. Por su parte, Joan Ribó, alcalde de València, ha anunciado a los asistentes a la Cumbre el objetivo de desarrollar en nuestra ciudad un plan de trabajo cuatrienal sobre políticas alimentarias y crear un Centro Internacional de Alimentación Sostenible

La Declaración de València recuerda que en el Pacto de Milán, suscrito por ya por 159 ciudades firmantes de todo el mundo que representan a más de 450 millones de habitantes, se aboga por "sistemas alimentarios sostenibles que sean inclusivos, resilientes, seguros y diversos, que proporcionen alimentos saludables y asequibles a todas las personas en un marco basado en los derechos humanos, que minimicen los residuos y conserven la biodiversidad al tiempo que se adaptan y mitigan los impactos del cambio climático".

En esta cumbre de ciudades, más de 300 alcaldes, delegados y expertos reunidos en el Palau de Congressos para fortalecer el diálogo entre ciudades, territorios, gobiernos nacionales y organizaciones internacionales sobre sistemas de alimentación sostenible, hacen un llamamiento, recogido en la Declaración de València, “para que se reconozca la implementación de la agenda de Desarrollo Sostenible de 2030 en los esfuerzos pasados, actuales y futuros de las ciudades para: erradicar la pobreza y promover la prosperidad en un mundo cambiante; avanzar hacia sociedades sostenibles y resistentes; empoderar a las personas, garantizar la inclusión y la igualdad y concienciar y fomentar estudios que contribuyan al logro de estos fines.”

Las ciudades firmantes del Pacto de Milán hacen este llamamiento desde la convicción de que “los gobiernos locales y territoriales son clave para conseguir progresivamente el derecho universal a la alimentación y para una vida de paz, dignidad y prosperidad para todos”. En la Declaración de València los gobiernos locales y territoriales señalan que “no quieren quedar atrás ni fuera de los procesos desarrollados dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Nueva Agenda Urbana (NAU), adoptada por los estados miembros de la ONU en octubre de 2016. “Estos procesos deben incluir formal y completamente a los actores urbanos y territoriales, ampliando así los enfoques de gobernanza.””

CENTRO INTERNACIONAL DE ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

Antes de la lectura de la Declaración de València, en el acto inaugural de la Cumbre de Ciudades firmantes del Pacto de Milán, el alcalde de València, que ha intervenido junto al director general de la FAO, José Graziano da Silva, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y Fernando García Casas, Secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica, se ha referido a que València, más allá de la Capitalidad Mundial, ha iniciado “un plan de trabajo cuatrienal para continuar desarrollando nuevas políticas alimentarias que abarcan desde la producción agraria, el desarrollo del comercio de proximidad y kilómetro cero hasta el trabajo de información y formación de una nutrición saludable desde los más jóvenes hasta los más mayores”.

Tras añadir que no se quiere reducir ese trabajo solo al ámbito local. Joan Ribó ha afirmado que “tenemos el objetivo de crear un Centro Internacional de Alimentación Sostenible que sea punto de encuentro para la promoción, sensibilización, información e investigación sobre estos temas cruciales para toda la humanidad”

En su intervención, el alcalde ha recordado que “València ha sido y es una ciudad ejemplar por su relación con la alimentación, por su preocupación para expandir el derecho a la alimentación no solo a su ciudadanía sino a cualquier habitante del mundo, “y queremos seguir siéndolo. Porque no entendemos la vida sin dignidad, la de todos y todas, la nuestra y la de los demás”.

Ha defendido la necesidad de una permanente reflexión sobre el derecho a la alimentación,”porque nadie que tenga un mínimo de sensibilidad puede permanecer impasible ante el hambre que padecen millones de personas”. Más adelante, en la comparecencia ante los medios de comunicación, ribo ha afirmado que “estamos aquí para trabajar este tema, como en Valencia hemos estado haciendo durante estos dos años de una forma entusiasta y vamos a seguir haciéndolo: en la alimentación de cercanía, de kilómetro cero, como aspectos que no solo influyen en la acción para disminuir el cambio climático, sino que también influyen decisivamente sobre los sistemas de nutrición”.

Ha reiterado el alcalde de València que “el problema actual de la alimentación no es un problema de falta de alimentos, es un problema de mala distribución de los mismos que tenemos que plantearnos en los países donde no existen serios problemas de hambre, igual que. tendremos que plantearnos cómo alimentarnos, porque una mala alimentación está afectando de una forma clara a la salud de nuestros niños, a la salud de las personas mayores, a la salud de todo el mundo.”, en este mismo sentido, Ribó ha puntualizado que los problemas de sobrepeso y obesidad “se concentran fundamentalmente en las capas más bajas y con menos recursos económicos; una dimensión social importante que podemos constatar en València”,

EL HAMBRE NO DEBERÍA SER UN PROBLEMA DEL SIGLO XXI”

Al igual que ha hecho anteriormente, en esa comparecencia Ribó se ha referido a que “una de las mejores formas de trabajar para combatir el hambre es pensar también en los pequeños productores, en favorecer a los pequeños productores agrícolas”. Ese mismo aspecto lo ha destacado Graziano da Silva, que ha afirmado que comprar a los pequeños productores, a los pequeños agricultores “es una forma de promover la salud y también el desarrollo local sostenible”.

Se ha referido a la paradoja de que “hoy en día más de la mitad de la población está en zonas urbanas, pero la gran mayoría de los hambrientos está en zonas rurales”, y también a que son precisamente los pequeños productores “quienes pasan más hambre en el mundo en continentes como África y Asia, porque no consiguen producir ni lo suficiente para alimentar a sus propias familias”.

Frente a esta situación, Graziano ha dicho que “La ciudad tiene a los consumidores, tiene el poder de estimular la producción de los alimentos y aumentar los ingresos de esos pequeños productores que están en las cercanías y en las zonas periurbanas y en las zonas rurales más apartadas. Ese poder de compra que tiene la ciudad lo tenemos que utilizar para promover la alimentación saludable, comprando de los pequeños productores”.

Graziano ha recordado que en el mundo hay 815 millones de personas que pasan hambre, una cifra que se ha increme3ntado en 38 millones en 2016- un año en el que hubo un récord en la producción mundial de alimentos- , otros 2.000 millones padecen problemas de sobrepeso. “Debemos aprovechar el momento para impulsar y consolidar cambios e implantar políticas de seguridad alimentaria y nutrición. LA FAO va a seguir apoyando a las ciudades en sus estrategias y planes alimentarios”, ha dicho antes de referirse a la necesidad de colaboración mutua entre los gobiernos locales y a la necesidad de promoción de la urbanización sostenible, “porque la dicotomía rural-urbana no es aceptable.2

El director general de la FAO ha afirmado con rotundidad que “el hambre no debería ser un problema en el siglo XXI” y reclamado que “la ciudades deben estar en el centro del debate alimentario”. Igualmente se ha referido a los conflictos y el cambio climático como principales elementos que impulsan el hambre, “que tiene muchas caras distintas y muchas razones distintas que hemos de identificar bien”.

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